José Miguel Senso y Josué Solís han conseguido situar de forma exacta la mayoría de los caminos, fuentes, charcas, arroyos, ermitas, pozos, alquerques, molinos y lugares de Montánchez en un mapa. La investigación, que ha dudado seis años, ubica mediante referencias GPS los principales topónimos del término municipal de la localidad.
José Miguel Senso comparte con ‘La Tapia’ su trabajo y sus impresiones:
Desde el año 2005 estaba elaborando un mapa de caminos y vías pecuarias de Montánchez y alrededores a partir del mapa-base del SIGPAC (Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas), y lo distribuí entre algunos conocidos montanchegos.
Ese mapa inicial (de la versión 1 a la 4) fue a parar a manos de Josué Solís, que me advirtió de numerosos errores en la situación de las fuentes y topónimos, y me propuso limpiarlo de nombres y utilizarlo de mapa-base para situar lo que él consideraba reseñable del pueblo. Y ahí empieza todo.
En 2011, Josué me pasa una lista de 250 nombres para situar en el mapa y yo, como buen técnico gráfico, hago mis cálculos y decido un tamaño y un estilo, cosa fácil, pensaba. Pero aquello fue creciendo en densidad de nombres y complejidad y hubo que empezar a reducir tamaños y modificar estilos.
A la vez hubo que ampliar el mapa al norte y al este para incluir todo el término municipal. Pero la base gráfica del SIGPAC había cambiado y ahora tenía otro color y le faltaban las lindes de las fincas. Tiré p'alante sin darle más vueltas y así quedó la base gráfica del mapa, con esos dos colores, que, en principio era para imprimirlo en papel en 70 x 100 cm.
La nueva ubicación de las fuentes requería una verificación. Con ayuda del GPS se sacaba su posición exacta y se corregía algunos milímetros su situación en el mapa. A la vez que se tomaba la situación GPS de las fuentes, se sacaba una foto georeferenciada (con coordenadas y datos) y así nació el mapa-fichero de las fuentes de Montánchez, origen del proceso digital.

A partir de entonces se empezó a georeferenciar todo: molinos, cruces, pozos, almazaras, ermitas, alquerques, puentes, grafismos y todo lo que se considerase enriquecedor del patrimonio cultural.
Los portalones se incorporaron a los procesos de mapas digitales pero no en el mapa físico porque son muchos y lo saturarían todo.
Para crear el catálogo de portalones primero era necesario hacer el de caminos públicos, y lo hice, con tiempo y paciencia, todo un curro.
Los portalones merecen un capítulo aparte, dada su singularidad y exclusividad que se circunscribe a Montánchez y alrededores.
No los hay en ningún otro sitio, yo no los he visto en ningún camino, y he recorrido varios miles de kilómetros en caminos y vías pecuarias de la península. Los cazadores, agricultores y senderistas de aquí, que se desplazan a otros territorios, tampoco los han visto fuera de las proximidades de Montánchez.
Sinceramente creo que esto debería caer en manos de un experto arquitecto -antropólogo-arqueólogo o algo así, yo no soy la persona más adecuada, me limito a documentar unas obras singulares del patrimonio montanchego, tal vez las obras más montanchegas de todas porque, castillos y vírgenes hay en muchos pueblos, pero portalones solo aquí.
Los mapas digitales actuales de Montánchez son muchos y algunos muy técnicos aunque he procurado hacerlos lo más comprensibles posible. La información que hay en los mapas es muchísima y mucha está en fase de investigación pero ahí está, para que no se pierda, acrecentarla y mejorarla.
El primer mapa físico en papel se tiró en 2014 y le pareció a Josué más práctico y popular si estaba en forma de hule, como los mapas de España de antes, donde uno aprendía geografía mientras se comía el postre, fácil de guardar enrollado en un palo, lavable y resistente.
En 2016 se hicieron las cuatro primeras copias en lona plastifica (sucedánea del hule), en formato 100 x 100, y ésta era la versión 37, ya veis que habíamos trabajado.
Como en un año no habíamos evolucionado mucho, este verano, decidí hacer una tirada 130 x 130 cm. como los hules para mesas camillas de 100 cm.
Y ahí está, en Galerías-Canchaca, a 25 euros, precio irrisorio teniendo en cuenta los gastos de impresión y que de ahí no se lleva nada ni Canchaca ni los creadores físicos e intelectuales del asunto, solo impresión y distribución.
Creo que la mejor edición física del famoso mapa es esta, aunque haya sido fuera de la Asociación Cultural, del Ayuntamiento y de la Junta y haya sido un tema exclusivamente privado de tío Josué.
Lo que yo aporto a esto es realmente poco: técnica y procedimiento. En fin ahí está, el trabajo de seis años a disposición de todos.